Se renueva la esperanza

Esta es nuestra oportunidad; es nuestro momento. Ha llegado el momento de cambiar. Ha llegado el momento de abrir la puerta de la prosperidad. Con liderazgo tenemos que rescatar nuestra economía, revitalizar nuestra industria, iniciar el proceso más largo de creación de empleo de la historia de la provincia, transformar la atención médica y la educación pública, convertirnos en una sociedad igualitaria y segura y ponernos en un rumbo firme hacia las energías limpias.

Sé que podemos. A los que nos miran con desilusión, les contestamos con el credo de la tierra en la que se declaró la independencia de un país entero: podemos. Podemos sepultar la inseguridad, el desastre y el abandono.

Pero el cambio que buscamos nos llevará tiempo. Salir de la postración en la que vivimos nos llevará mucho más que un mandato o un gobierno. Primero, porque el abanico gestor tiene que coincidir en que debemos cambiar. En que el cambio es una imposición ineludible. Y una vez que los dirigentes coincidamos en esa necesidad y compartamos un proyecto de futuro, pese a nuestras diferencias, tenemos que ponernos a trabajar en ello. Porque el cambio es un trabajo de todos.

Vivimos tiempos de grandes desafíos. Tucumán tiene que ser el lugar donde los sueños sean posibles. Donde haya un mañana.